
Tras la pérdida de Heath Ledger, había que sobreponerse argumentalmente hablando y cerrar todas las tramas abiertas de El Caballero Oscuro, sin embargo la sombra del Joker era demasiado larga y la cuasi perfección alcanzada con la famosa secuela era un obstáculo a superar, y así ha sido.
La historia nos presenta a un Bruce Wayne/Batman que ocho años después de la tragedia ocurrida al morir su amor Rachel y para que la corrupción de Gotham se erradicara sacrificando la figura de Batman, se ha encerrado en su mansión, dejando incluso que sus negocios dejen de prosperar. Pero, de repente el mal empieza a emerger en la figura de Bane, un misterioso terrorista que pretende arrasar con Gotham, haciendo que el Caballero Oscuro tenga que volver y aliarse con una misteriosa ladrona, porque Batman se enfrenta a un villano que le supera en fuerza y con unas ideas de crear el caos que harán que Wayne se cuestione todo en lo que había creído hasta el momento.
En 2005 renacía el personaje de Batman, demacrado por la crítica tras la irregular "Batman&Robin", que a pesar de que se la calificó como demasiado pulp, gay y estrambótica, seguía una línea tanto argumental y artística de las anteriores entregas. Sin dar más rodeos, Nolan sorprendió con una revisión del personaje más oscura y más siglo XXI, algo que han visto personajes con James Bone, herederos de la estética de Bourne.

Nolan nos ofrece una más que digna continuación y un final(?) a la saga casi a la altura de El Caballero Oscuro, que para ser disfrutado debe uno entrar en la sala sin esperar que se repitan los patrones de la anterior película, pero a la vez teniéndola muy en cuenta. Y ahí está el logro del director, consigue enlazar una trama muy bien armada, que aunque merezca un segundo visionado, para coger todos los pequeños detalles, hacen que el espectador no se mueva de su butaca, haciendo que consigas olvidarte de todo lo visto hasta el momento, pero a la vez cerrando todas las tramas tanto de la segunda como de la primera parte.

Se muestra Bane como la antítesis de un Batman, que de las tres entregas es la que menos aparece como tal, y ahí otra estrella para el director. Mientras que en la segunda el superhéroe disfrazado tenía más minutos que el humano Bruce Wayne que anda detrás, en esta ocurre al revés, se busca el drama personal del personaje y su lucha interior, que tan solo con Batman conseguirá la salvación.

Visualmente potente, que no deja un segundo de respiro, obligando al espectador a estar constantemente despierto y en no perder un solo detalle, pero a la vez consciente de que estamos ante un producto de pura acción, que hará las delicias incluso de todo aquel renegado del género. Demostrando que no es necesario el uso del 3D, saca cuartos, para sorprender al espectador.
Nolan hace bien en dejar el personaje en la cumbre, porque incluso ya comienza a verse el truco al director de alguna de sus armas, como la ausencia de música en secuencias de pura acción, que tanto sorprendieron en El Caballero oscuro con esas persecuciones sin apoyo musical, y aquí la gran escena del cuerpo a cuerpo del protagonista con el villano.
La película tiene un ritmo trepidante, deshilachando en la primera parte poco a poco la trama para llegar a un clímax de casi una hora donde todo lo mejor de las tres películas se juntan: acción, cabeza y emoción. El guión tan bien trabajado en el que se nos habla de miedo, la superación y cómo la caída de las leyes y normas de sociedad pueden desembocar en un estado de caos donde la violencia es quien rige.

Gran broche de oro a la saga, que sorprenderá a todo el mundo, y a pesar de que no se convertirá en la preferida de las tres, no decepcionará a nadie, gracias a todos los ases bajo la manga que se guarda su director. Supuestamente es el final y el director se ha empeñado en decirlo, pero no cierra las puertas, a pesar de que sí las tramas, pero nos deja una última secuencia que emocionará y hará las delicias de los seguidores del mundo de Batman, donde ha dejado las bases de todas y cada una de las cosas con las que se podría continuar el mundo Batman-Nolan sin Batman y sin Nolan.
+ No caer en la repetición de la anterior
- Después de tres horas con Bane, su final es demasiado insignificante
PUNTUACIÓN TOTAL: * * * *
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