Hoy hemos
asistido al estreno de The Dead and the Living de Barbara Albert y a la cita en
el Kursaal ha asistido junto a su actriz protagonista Anna Fischer.
A pesar de
que el título lleve a la confusión, la película ni es de terror ni aparecen
zombis, sino que habla del terror del holocausto y de las consecuencias
familiares que pudo acarrear.
La película
nos sitúa a Sita, que tras el 95 cumpleaños de su abuelo descubre que éste
formó parte de las SS. A raíz de esto comenzará un viaje por Europa en busca de
la verdad, aunque lo que en realidad va en busca es de sí misma, de comprender
de si es capaz de perdonar a alguien al que ama, de cómo la culpa puede
afectarle incluso habiendo nacido décadas después de la 2ª Guerra Mundial.
Tenemos que
reconocer que tras la decepción que tuvimos ayer con Foxfire, hoy íbamos con
cautela, porque el argumento nos llamaba, pero podíamos encontrarnos cualquier
cosa. Sin embargo, no ha sido así, sino que hemos salido maravillados por esta
película austríaca.
Una película
que comienza poco a poco para de repente atraparte con una historia que nos
habla de la culpa que todavía se siente por el pasado de nazi, de cómo las
generaciones posteriores de quienes participaron sienten la necesidad de
conocer por qué su familia lo hizo, qué les motivaba para apoyar unos hechos
tan inhumanos.
Estas
cuestiones nos las plantea la directora a través de la mirada de su protagonista,
que va recorriendo diferentes ciudades por las que vivieron sus abuelos, en
busca de una verdad que en el fondo conoce y que le gustaría que no fuera así,
y el sufrimiento que le produce haber amado a una persona que consideraba buena
hasta el momento de saber que pudo ser un monstruo.
Durante toda
la proyección nos vino a la cabeza la película The Reader de Stephen Daldry que
abordaba, aunque un poco de lejos, éste tema, y el libro que adapta que aborda
sí que trata estas cuestiones.
La idea que
tenemos de la época nazi, con guardias malvados y médicos locos, y ahora la
directora nos ofrece otro enfoque, aquellas personas que por diversas
cuestiones como miedo, o búsqueda de un trabajo, fueron partícipes de aquello,
o que simplemente no se atrevieron a alzarse contra tanta crueldad, ¿esas
personas merecen el perdón?
Es una
película que plantea muchas preguntas, algunas su repuesta la tiene el propio
espectador y puede diferir, y tiene un gran trasfondo que nos ha entusiasmado.
Rodada con
mucha fuerza, tiene una potencia visual increíble apoyada de una banda sonora
perfectamente elegida y una fotografía que no te deja un segundo.
Destaca la
gran interpretación de su protagonista Anna Fischer, que hace una construcción
de su personaje muy intensa, y que bien le podría valer un premio en San
Sebastián. Su mirada se penetra en el espectador y consigue que sientas el
sufrimiento de su personaje al descubrir verdades horribles de su familia.
Una gran
película, dura por el mensaje que nos lanza, intensa y con mucha fuerza, una
gran acierto del festival de este año. No pasará desapercibida.
Puntuación: 8/10
En la rueda
de prensa destacar que le han dado a la directora la enhorabuena los
periodistas, han hablado de la herencia recibida por esta generación de nietos
de participantes de la 2ªGuerra Mundial y cómo ellos tienen que perdonar y como
ha dicho su protagonista hacerlo para no caer en los mismos errores.
Ha sido una
rueda de prensa muy interesante, se ha preguntado si ha sido demasiado dulce la
directora con el final y ha respondido que en sí la película pretende ser una
historia de amor y cómo el viaje que recorre la protagonista le sirve para volver
a su vida real.
Ha recalcado
que la película trata más de la relación del padre y la hija, que con el abuelo
de las SS, de cómo el padre afronta la historia familiar con el secretismo,
convirtiéndolo en tabú, mientras que la hija expresa sus sentimientos y quiere
conocer la verdad.
Al ser una
película con toques biográficos al final han acabado preguntando más por el
pasado del abuelo de la directora y cómo ésta ha afrontado el hecho de la
película en sí.
Después, nos
hemos ido a ver El Artista y la Modelo de Fernando Trueba que desde el domingo
que se presentó no habíamos tenido la ocasión de ver hasta ahora.
Os
recordamos que es una de las elegidas junto a Blancanieves y Grupo 7 para
representar a España en la próxima gala de los Oscar.
La película
nos sitúa al final de la 2ª Guerra Mundial a un artista que en la Francia
ocupada, cerca de la frontera española, acoge en su taller a una exiliada
española, que toma como modelo para su próxima escultura. Poco a poco se
formará un profundo vínculo entre ambos, con el arte como telón de fondo.
Trueba rueda
otra película inusual tras El Baile de la Victoria y la sorprendente
Chico&Rita y da un salto al vacío con esta historia rodada en blanco y
negro y en francés.
Puede que
sea la película más arriesgada del director, y que sea precisamente la mejor de
toda su filmografía.
Rodada con
mucho mimo, con un ritmo suave más que lento, y con el amor al arte que se
respira en cada uno de los preciosos planos de la película. Esta historia es
ante todo una historia de amor, tanto al ser humano como al arte, a la
naturaleza y Trueba nos lo muestra con un guión genialmente escrito junto con
Jean-Claude Carrière, que parece ser literatura hablada con esos diálogos
profundos y exquisitos.
Una propuesta
valiente que deambula por una línea muy peligrosa, y que sin embargo sale
victorioso el director, que no precisamente no pretende ser pretenciosa, sino
una sencilla historia de amor.
Con la
guerra como telón de fondo, vamos conociendo a los personajes poco a poco, y
sin ser una historia complicada ni enredada consigue captar el interés del
espectador, que quiera saber en todo momento qué será lo siguiente que ocurrirá
en esta relación de amor platónico que surge entre un creador y su modelo, su
mejor obra.
Artísticamente
sobresale y la decisión de no contar con música durante toda la película hasta
justo la escena final, demuestra que mientras que otras películas necesitan de
la música para conseguir la profundidad y el sentimiento necesario (para eso
están), aquí no era preciso y como podemos observar la intensidad de sus
imágenes se bastan para disfrutar de una de las mejores películas del festival.
Con un grupo
de actores totalmente entregado a la historia, desde una Chus Lampreave cómica
y una Claudia Cardinale perfecta, el duelo interpretativo entre Jean Rochefort
y Aida Folch resulta ser todo un caramelo, un regalo que no debería pasar
inadvertido.
¿Rochefort
mejor actor del festival? Por nosotros sí.
Puntuación
final: 9/10
Se han
presentado también hoy en la Sección Oficial All Apologies y The Attack. De la
primera decir que ha ha dividido las opiniones, unas que es regular y otras que
no está mal pero tampoco es una película que entusiasme.
De la
segunda no os decimos nada dado que el jueves la veremos y ya os contaremos en
más profundidad.
Resumiendo,
un día muy buena de calidad en lo que hemos visto, con la 2 Guerra Mundial como
protagonista, y pasado por la intensa lluvia de San Sebastián.
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