Tim Burton recupera un antiguo corto de 1984 con el mismo nombre y lo adapta en clave stop-motion para ofrecer a los seguidores de director otra pequeña joya de la animación que hará las delicias a los amantes de Pesadilla antes de Navidad y La Novia Cadáver.
Victor Frankenstein es un chico introvertido y amante de la ciencia, que vive en un pequeño pueblo tradicional llamado Nueva Holanda. La llegada de un extraño profesor de ciencias harán que se le ocurra la idea de resucitar a su adorado perro Sparky que murió al ser atropellado por un coche. Pero, un secreto tan grande no puede esconderse y sus extraños compañeros de colegio harán que se desate el caos al querer comprobar cada uno qué es eso de resucitar a tu propia mascota.
No es casualidad que la mejor película de Tim Burton en una década sea La Novia Cadáver, y que en este tiempo a pesar de crecer el aura de autor extraño y peculiar, no ha conseguido obtener el mismo resultado en cada una de sus producciones, a pesar del aporte visual y el universo fantástico en innegable que ha creado. Pero, a la hora de regularidad en sus historias andaba un poco despistado, sobre todo después de Sombras Tenebrosas. Por lo que el paso más inteligente era volver a algo que parece que se le da bien, el cine de animación, un lugar donde sabe lo que hace y puede desplegar todo su imaginería y obsesiones.
Frankenweenie se antoja como un producto peculiar, desubicado en la animación más convencional y encorsetada del siglo XXI. Un producto que a pesar de ir de la mano de Disney, poco tiene que hacer en el mundo infantil, y ofrece un disfrute más para los adultos y a los amantes del cine de terror más clásico. Porque la película de Burton es un continuo homenaje al cine fantástico, haciendo un recorrido desde películas como Drácula, Frankenstein, La Momia pasando por otras como Gozila y Gremlins.
El mundo creado alrededor del pequeño protagonista y su encantador perro, es lo más logrado de la película. La pandilla de extraños compañeros de clase como el diseño de cada uno es algo fantástico, ofreciendo momentos y diálogos delirantes y muy hilarantes, sin pretender ser una comedia, que no es, pero resulta imposible no divertirse con un guión escrito con mucho cariño y esos grandes referentes al cine de terror clásico.
Resulta el protagonista de la película una especia de alter ego del director, siendo una mezcla de Eduardo Manos Tijeras, Johnny Deep y el protagonista de La Novia Cadáver. Y es en éste en quien Burton enfoca sus obsesiones como la soledad en la infancia, ser el la oveja negra, las amistades peculiares...
Un gran trabajo de producción donde desde el diseño de los personajes, la fotografía en blanco y negro, la música y el genial uso del stop-motion se mezclan a la perfección para ofrecernos una de las películas de animación más extrañas, divertidas y sorprendentes que se hayan estrenado en los últimos tiempos, más cercana al cine europeo actual que rompe esquemas y barreras artísticas como Le Chat du Rabbin o Chico&Rita.
+ Todos y cada uno de los niños
- Le falta un poco más de mala leche
PUNTUACIÓN TOTAL: * * * *
miércoles, 17 de octubre de 2012
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