Llega a nuestra cartelera este thriller avalado por el enorme éxito que ha cosechado en Argentina y la publicidad extra de estar realizada por los productores de El Secreto de sus Ojos.
Roberto Bermúdez (Ricardo Darín), profesor de derecho que imparte una serie de clases sobre juicios y homicidios a la que asiste el joven Gonzalo (Alberto Ammann). En una de sus explicaciones aparece el cuerpo de una joven asesinada en el aparcamiento, justo enfrente de la clase. Roberto empezará a investigar el asesinato y a su joven alumno, el cual convierte en su principal sospechoso.
El omnipresente Darín protagoniza esta historia de asesinatos, un thriller oscuro y angustioso en alguno de sus pasajes, que cuenta como gran reclamo el gran duelo interpretativo entre sus dos protagonistas.
Una película bien escrita y mejor realizada por un director entregado, que plantea un gran salto en la cinematografía argentina, sobre todo en el aspecto visual. Una propuesta bien planificada, que al igual que su protagonista, cuida y se detiene en cada uno de los detalles.
Lo característico de esta película reside en su planteamiento, ¿cómo sorprender a un espectador que se sabe cada uno de los trucos y atajos de un género tan manoseado como el thriller? Más sencillo de lo que creíamos, desvelar quién es el asesino desde el principio, o al menos eso es lo que pretende el personaje de Darín, demostrar durante todo el metraje que la obsesión por su alumno está fundada en la seguridad de su culpabilidad. Pero, el director se guarda varias bazas debajo de la manga, y juega con el espectador, y es de alabar que siempre conozcamos los detalles a través de la imaginación y de lo que considera el personaje principal en lo relativo al asesinato, por lo que continuamente estamos siendo manipulados por la sugestión y el pensamiento del obsesionado profesor.
Con momentos de gran tensión y grandes cara a cara entre Darín y un incómodo y perturbador Ammann, ofrece una isla o un reducto de tranquilidad mediante el personaje femenino de la hermana de la víctima, interpretada con una mirada cándida por Calu Rivero.
Golfrid sorprende (y uno lo agradece) con el trasfondo filosófico que intenta imprimir sobre la película sobre asuntos como la legalidad, el asesinato y la justicia, dotando de personalidad al conjunto y no reduciéndola simplemente a "el juego del ratón y el gato".
+ El trío protagonista
-La música original,además de no estar a la altura, es molesta y contínua
Roberto Bermúdez (Ricardo Darín), profesor de derecho que imparte una serie de clases sobre juicios y homicidios a la que asiste el joven Gonzalo (Alberto Ammann). En una de sus explicaciones aparece el cuerpo de una joven asesinada en el aparcamiento, justo enfrente de la clase. Roberto empezará a investigar el asesinato y a su joven alumno, el cual convierte en su principal sospechoso.
El omnipresente Darín protagoniza esta historia de asesinatos, un thriller oscuro y angustioso en alguno de sus pasajes, que cuenta como gran reclamo el gran duelo interpretativo entre sus dos protagonistas.
Una película bien escrita y mejor realizada por un director entregado, que plantea un gran salto en la cinematografía argentina, sobre todo en el aspecto visual. Una propuesta bien planificada, que al igual que su protagonista, cuida y se detiene en cada uno de los detalles.
Lo característico de esta película reside en su planteamiento, ¿cómo sorprender a un espectador que se sabe cada uno de los trucos y atajos de un género tan manoseado como el thriller? Más sencillo de lo que creíamos, desvelar quién es el asesino desde el principio, o al menos eso es lo que pretende el personaje de Darín, demostrar durante todo el metraje que la obsesión por su alumno está fundada en la seguridad de su culpabilidad. Pero, el director se guarda varias bazas debajo de la manga, y juega con el espectador, y es de alabar que siempre conozcamos los detalles a través de la imaginación y de lo que considera el personaje principal en lo relativo al asesinato, por lo que continuamente estamos siendo manipulados por la sugestión y el pensamiento del obsesionado profesor.
Con momentos de gran tensión y grandes cara a cara entre Darín y un incómodo y perturbador Ammann, ofrece una isla o un reducto de tranquilidad mediante el personaje femenino de la hermana de la víctima, interpretada con una mirada cándida por Calu Rivero.
Golfrid sorprende (y uno lo agradece) con el trasfondo filosófico que intenta imprimir sobre la película sobre asuntos como la legalidad, el asesinato y la justicia, dotando de personalidad al conjunto y no reduciéndola simplemente a "el juego del ratón y el gato".
+ El trío protagonista
-La música original,además de no estar a la altura, es molesta y contínua
PUNTUACIÓN TOTAL: * * *