Recién salido de la prestigiosa Escuela de Cine ESCAC, el joven director Dani de la Orden sorprende en su primera incursión en el cine con una película fresca, ligera, sin más pretensiones que divertirnos y que en esa fantástica noche de verano en una preciosa Barcelona nos enamoremos.Tendremos que estar atentos a este nuevo talento del cine español, que sin apenas dinero y con mucho talento ha conseguido levantar una película que demuestra que ante el gigante Goliat de la crisis y las superproducciones americanas, se puede hacer un cine con pocos recursos, de calidad, a la vez que consiga conectar con el público.
El despertar del amor y el primer beso, la elección entre tu pareja o un gran contrato, afrontar la cobardía ante la paternidad, tu amigo o la chica de Erasmus, el reencuentro del amor de tu vida, decirle a la persona que amas que lo deje su matrimonio y venga contigo...muchas historias ocurrieron la noche del 18 de agosto a la espera de ver pasar el cometa Rose, estas son seis de ellas.
Sin ningún tipo de pudor, Dani de la Orden homenajea a la comedia romántica de toda la vida, con el claro referente de "Love Actually", pero con un cruce entre las recientes "Manuale d'Amore" italianas y la filmografía del gran Cesc Gay. Nos muestra varias historias que suceden en Barcelona, en una noche en la que sus habitantes esperan ver pasar durante el amanecer al cometa Rose. Pero, como nos cuentan al final de la película, lo importante no es en sí el astro, sino el tiempo y las personas con las que esperas verlo. Con la excusa del fenómeno astronómico, asistimos a seis historias de (des)amor, bañadas con un elegante toque de comedia, inteligente, eso sí, y nos hace creer que durante el tiempo que dura la película, no hay nadie más en Barcelona, que ésta gira alrededor de sus personajes, a los que continuamente estás deseando que su historia acabe bien.
Porque no nos vamos a engañar, estamos ante una comedia romántica, en la que muchas veces sabemos cómo se va a desarrollar, y por eso se podría dar un pequeño tirón de orejas a su guionista-director, pero nos demuestra que lo importante, lo que nos quiere contar, no es eso, no es asombrar a un ya más que experimentado público, sino que nos identifiquemos con sus pequeños relatos de amor. Durante su escasa hora y media de metraje, la frescura de sus personajes hace que te reconozcas en las diferentes situaciones que les suceden a los personajes, bien porque alguna la hayamos vivido, o por alguien al que conozcamos. Esto es, precisamente, el poder de "Barcelona Nit d'Estiu", emocionar con sencillas, pero cercanas historias de amor y que salgas del cine con una enorme sonrisa, que la vida no es solo pena, y que de vez en cuando un poco de alegría no viene mal.
A pesar de su bajo presupuesto, demuestra su joven director, que ante la falta de medios, el ingenio lo suple todo, y en ningún momento el aspecto técnico desmerece el conjunto. Es más, tiene un poder visual que atrapará al espectador, hace aumentar la calidad de la película, gracias a la fotografía de Ricard Canyellas, que nos hace sumergirnos en una Barcelona como si de un anuncio veraniego de cerveza se tratara.
Esta película es una forma valiente de responder ante la crisis, a la falta de millones, talento e ingenio, ante la falta de conocidos artistas, un conjunto de jóvenes actores en pleno éxtasis interpretativo, donde todos tienen su momento de gloria, donde parece que cada uno aporta un toque especial a su personaje. Y mención especial se merece Bárbara Santa-Cruz, que cada vez que hace acto de presencia ilumina la película con esa prodigiosa naturalidad, que junto a su compañero de historia Miki Esparebé, han conseguido que la suya sea nuestra parte favorita de la película, desde aquí se reivindica un spin-off a una pareja cómica que haría las delicias al mismísimo Woody Allen.
Todo un éxito, ¡bravo por su joven equipo técnico y artístico!
+ La valentía de su director
- Alguna de las seis historias no está al nivel de las demás
PUNTUACIÓN TOTAL: * * *
lunes, 7 de octubre de 2013
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