Este viernes 21 se estrena la película "La Hermandad", dirigida por el debutante Julio Martí y protagonizada por Lydia Bosch, que vuelve al cine después de más de diez años.
El pasado lunes estuvimos hablando con ellos en el Hotel NH Palacio de Tepa y aquí os dejamos el resultado de ello, una entrevista en la que nos reímos mucho con la gran simpatía de la actriz y en la que vimos la gran complicidad que había entre ellos.
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Contadnos,
¿qué se va a encontrar el espectador con “La Hermandad”? ¿Qué tiene que la
diferencie de otras películas de terror?
Lydia Bosch: en principio se va a encontrar una historia de intriga y de misterio, alejada
del tópico de las películas de terror, en el sentido de que no es una película
gore ni con secuencias sangrientas, sino que para mí es mas de terror
psicológico, pero con una historia dramática muy potente. Es una película que
va a sorprender, que está llena de giros, de secretos y tiene sorpresa hasta el
final.
Julio Martí: yo creo que es una película que encierra un secreto dentro de otro secreto, es
un poco como esta muñecas rusas que vas abriendo y a medida que va
transcurriendo el metraje el espectador va descubriendo físicamente el
monasterio y psicológicamente el personaje de Sara. Y eso es muy importante
porque van de la par, van cogidos de la mano el personaje escenográfico, por
decirlo de alguna forma que es el monasterio, con el personaje psicológico que
es el personaje que interpreta Lydia Bosch.
Esta
película supone la vuelta de Lydia Bosch al cine desde “You're the one” con Garci.
¿Cómo ha sido la vuelta? ¿Fue difícil que le convenciera, más aun siendo una
película de terror?
LB: no, no.
Yo encantada porque me apetecía mucho
hacer cine porque hacía mucho tiempo que no hacía. Y cuando me llegó el guión,
me atrapó la historia y me enamoró. Me dio mucho vértigo porque el personaje
aparece en el 98% de las secuencias, yo nunca había trabajado en una película
de estas características y me asustaba el no tener la medida exacta de las
expresiones, el no poder trasmitir sin que te transformases en un, ¿cómo podría
decir?
JM: …en un
exceso de gestos...
LB: en un
exceso de gestos y si el personaje está en todas las secuencias había que
modular muy bien todo eso. Con Julio no tuve ningún miedo, porque hicimos los
dos como una mesa de sonido y entonces Julio me dijo, quiero que metas los
volúmenes exactos de las emociones y jugábamos así. Por ejemplo decíamos “miedo
y poníamos 3” o “ahora aquí no quiero de angustia y poníamos 0”. Así a cada
secuencia le poníamos unos números y sabías perfectamente el grado de emoción.
¿Se siente
orgulloso de haber sido quién la haya convencido de volver al cine?
JM: a ver,
yo me siento orgullosísimo de haber contado con Lydia para este papel porque
era quien mejor y más perfectamente podía encarnar a Sara, que es el personaje
de “La Hermandad”. Ya me sentía orgullo antes de conocerla, cuando me dijeron
“oye que está muy interesada, que le ha encantado el guión, quiere conocerte y
quiere hablar de la película”, ya entonces estaba súper orgulloso. Con lo que
te voy a decir que después de haber rodado, todavía estoy mucho más orgulloso.
Aparte de haber dado con una amiga, yo creo que va a quedar muy claro ante la
pantalla que estamos ante una actriz con mayúsculas, que no solo se atreve con
los registros a los que nos tenía acostumbrados, sino que se atreve con los
retos más difíciles. Esto a veces es incómodo para los actores porque el darles
nuevos registros cuando ya ven que dentro de unos parámetros tienen éxito con
el público se sienten más bien cómodos y es algo realmente muy arriesgado el probar
con otra serie de retos, donde el riesgo es absoluto. Lydia es una valiente,
que supera que todos estos trances con creces.
¿Contadnos
un poco cuál fue el mayor de la película?
JM: el mayor
reto de la película fue poder hacerla en 6 semanas (Lydia y Julio ríen con
complicidad)
LB: ¡es
verdad! (ríe)
JM: es el mayor
reto de la película porque ten en cuenta que estamos ante un presupuesto
modesto y ante una producción que no tenía que parecer modesta y ese ha sido el
mayor reto.
Yo tenía muy
claro en la cabeza que si la ambientación fallaba, igual que el personaje
principal de Sara, la película se iba al traste. A mí no me podía fallar ni el
personaje principal de carne y hueso, interpretado por Lydia, como el personaje
escenográfico que es el monasterio. Esto además, lo transmití mucho a todo el
equipo técnico, en especial al equipo de arte presidido por Pepón Sigler, que
ha hecho un trabajo extraordinario.
LB: sí, a
nivel actoral, aparte, siempre una actriz o un actor crece con la réplica que
te da tu compañero y tu compañera, y en este caso el co-protagonista es el
monasterio. Y el hecho de que estuviese tan sumamente cuidado, pero a unos
niveles…
Todo se rodó
en el monasterio de Santes Creus en Tarragona. Pero, los interiores Julio lo
tenían muy claro en la cabeza cómo quería cada pasillo, cada celda, las
estancias…
Eso no se
podía hacer de otra manera que no fuera construyéndolo. Y lo que te decía
Julio, el equipo artístico, el director artístico y todo su equipo han hecho
todo un trabajo tan fantástico que para los actores que estábamos allí, aunque
eran decorados y éramos conscientes, estábamos rodando en cómo se llama…
JM: en la Ciudad de la Luz
LB: sí, en
la Ciudad de la Luz, en Alicante y además fue la última película que se rodó allí.
Cuando entrábamos era como si estuviésemos dentro un monasterio, cuando íbamos descalzos,
cuando yo pisaba el suelo, sentías la humedad y la frialdad de los muros, el
olor. Si no se dice, yo estoy segura y pongo la mano en el fuego, que si no le
dices al espectador que esos son decorados, nadie lo dice.
Vamos a
hablar un poco de Sara, contadnos un poco sobre el personaje:
LB: Sara es
una escritora de novelas de intriga y de terror. Es una mujer que está pasando
una crisis personal muy importante debido a algo, que a lo largo de la película
también se descubre. Es una mujer luchadora, aunque en este momento está como
bloqueada. Y es una amiga suya la que le empuja a salir un poquito de la cueva
en la que se encuentra. De la noche a la mañana aparece en un monasterio donde
todo lo que va a vivir allí va a servirle a ella, no sólo para descubrir lo que
pasa en el monasterio, sino para descubrir y arreglar unas cuentas que ella tiene
consigo misma.
Sorprende
que en la película, el personaje no expresa sus sentimientos, es una reacción
al trauma del pasado que tiene Sara. ¿Estaba ya en el guión o lo decidieron
después como parte del trabajo con Lydia?
JM: no, para
nada, el guión estaba muy cerrado antes de presentárselo a Lydia. Ella cuando
conoció la versión final, fue prácticamente esa misma que luego se llevó a
pantalla, se cambiaron algunos diálogos. Pero, lo que es la construcción del
personaje estaba ya premeditado antes de que a Lydia le llegara el guión. Y la
verdad es que fue un personaje tan rico que creo que es un regalo entre comillas
para el actor, aunque quede mal decirlo.
Es como
cuando te invitan a entrar en una habitación y te dicen “puedes arreglarte con
todos estos trajes”. Si te dan uno nada más, no vas a disfrutar, la combinación
la tienes hecha. Pero, si te dan un monto de piezas y las combinaciones son
múltiples vas a disfrutar mucho más a la hora de vestirte. Cuando un actor va a
interpretar un personaje, es lo mismo, se va a vestir con la piel de otro.
LB: yo de
todas formas, es que claro no puedo contar mucho de ella, porque sin querer se destripa.
Lo que sí se puede decir es que Sara se culpa de algo que ha sucedido en su vida y
para ella la vida se ha terminado. No sé cómo puedo explicar sin no desentrañar
nada.
(Rién).
¿Es por ese
problema que tiene que así es su forma de afrontar el reto de estar encerrada
en el monasterio?
LB: sí, pero
yo creo que ella ya está encerrada en sí misma, el hecho de estar en el
monasterio no le provoca a ella angustia. Yo creo que a Sara en ese momento le
daría igual estar en un monasterio o en su casa porque para ella su vida ha
terminado.
El hecho es
que cuando ella empieza a sentir algo, que le empieza a remover por dentro, es
lo que sin querer le hace despertar de su letargo.
JM: y
gracias a unos elementos sobrenaturales que empiezan a ocurrir en el monasterio.
LB: exacto
(asiente).
JM: todo son
como las pequeñas chispas que le van a encender, que le van a devolver la vida
porque es una muerta en vida.
En la película
Lydia interpreta el único personaje femenino que vemos en pantalla y está
rodeada de un reparto completamente masculino, ¿cómo se “lidia” precisamente
con eso? (Rie).
LB: a nivel
personal maravilloso porque era la niña mimada. Decíamos en broma que era “Blancanieves
y los siete enanitos” (Risas). Nos reímos muchísimo, aparte son actores adorables
y generosísimos todos. Todos son unos actores maravillosos porque con muy poco
tenían que demostrar mucho. Y como dice Julio, te lo dirá mejor él como
director lo que ha percibido, pero todos nos hemos volcado en este proyecto.
Julio dice que “La Hermandad” es su hijo y nosotros somos los padrinos. Nos
pidió que quisiéramos el proyecto, la película, el bebé que estaba creciendo.
Tanto él como a cualquier actor que le preguntes cómo ha vivido este rodaje, te
va a decir que ha sido maravilloso.
Son actores que a lo mejor su presencia, en cuanto texto,
no hablan mucho, pero su presencia es absolutamente necesaria para el
desarrollo de la historia.
Para terminar
un par de preguntas, ¿qué proyectos tenéis entre manos?
LB: yo de
momento, se va a ver en televisión dos capítulos de “Los Misterios de Laura”.
Parece que esté ahora en terrenos de suspense e intriga (ríe). Después estoy rodando
una serie que se llama “Sin identidad”, que es una historia de venganza un poco
alejada de otro tipo de terror y estoy encantada de trabajar.
JM: en mi
caso yo me muevo por aguas teatrales, tengo una compañía de teatro y nosotros
nos caracterizamos por un público infantil y familiar. Sigo escribiendo mis
guiones de terror, que son mi otra pesadilla (ríe) y siempre digo que para
descansar de un terreno me voy a otro completamente opuesto.
¿Qué les
diría a los lectores de “La Industria del cine” para convencerle que este fin
de semana fueran a ver “La Hermandad”?
LB: Si
quieren entrar en el cine y pasar un buen momento y eso que a veces vas al cine
y dices “he perdido una hora y media de mi vida”, con esta película no
sucederá. Estoy segura que les atrapará, que les moverá cosas dentro de ellos.
Es una película que, aunque no hemos hablado de la música, pero tiene una
presencia muy importante, que es de Arnau Batallar que es un músico de Valencia.
Y que por primera vez se ha ejecutado por la orquesta del Liceo de Barcelona.
Aunque parece que no tiene que ser así cuando hablas de una película de terror
psicológico, pero es una película muy bonita de ver.
JM: yo les
invito a que se adentren en un monasterio, en un monasterio lleno de pasadizos
ocultos, pasillos lúgubres, de rincones oscuros y que se atrevan a descubrir
los secretos que se encierran entre los muros de un monasterio recóndito y aparatado
de la civilización.
LB: y a la
vez que se encuentren también con una historia dramática y personal de Sara,
que eso también les va a conmover.
Para más información sobre LA HERMANDAD, puedes entrar en otros artículos sobre ella y en nuestro canal de Youtube donde podrás ver el Making Of de la película.
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