El pasado viernes 28 se estrenó la película "Kamikaze" después de haber pasado por el Festival de Málaga de Cine Español. Tuvimos la oportunidad de charlar con Álex Pina, su director y aquí os dejamos el resultado de esta entrevista.
¿Cómo surge
una idea tan peculiar como la de “Kamikaze”?
Peregrinamente
surgió. Realmente la historia surgió estando atrapados en un aeropuerto. Estábamos
haciendo otra película Iván Escobar, el otro guionista y yo. Nevó en Madrid y
estábamos en Barajas. Dando vueltas por el aeropuerto, va Iván y me dice: “imagínate
que somos dos terroristas suicidas, que vamos con bombas, hemos pasado los controles
y ahora nos cancelan el vuelo y nos llevan a vivir con todo el pasaje a un hotel”.
Dijimos que aquí había una película y decidimos hacerla comedia.
Aborda un
tema un tanto espinoso como el del terrorismo, ¿cómo afrontaron el reto de no
caer en la frivolidad siendo además una comedia?
Intentamos
que la película estuviera ubicada en un país no existente e imaginario que es Karadjistan.
Trabajamos en una comedia, con personajes con una positividad enorme, de españoles
que arropan a este personaje ruso, que no deja de ser la historia de un
desgraciado al que le crecen los enanos.
Toca temas
espinosos como el terrorismo, el maltrato o el suicidio. ¿Cree que la comedia
ha ayudado a nivelar la carga dramática de la película?
Sin duda, yo
creo que para llegar a un tema como éste, que se ha hecho muchas veces en drama
y para llegar al espectador necesitábamos comedia. Es una comedia en muchos
aspectos negra, en otras más tierna. Creíamos que hacerlo en comedia,
vertebrado en un thriller, con una buddy movie y una historia romántica de
fondo, era la forma de llegar al espectador y de hacerle pensar. Porque al
final cuando te estás riendo, si además estás dando un mensaje tienes más
posibilidades de llegar al espectador y tocarle la fibra. La película es muy
emocional y queríamos que saliera del cine con esa sensación feel-good.
Álex García,
el protagonista de la película, interpreta a un personaje que habla ruso y
español con acento ruso. ¿Sintió un poco de vértigo que pudiera afectar en la
credibilidad tanto de la película como del personaje?
Sí, sí. Hubo
un vértigo tremendo. Por mi parte no tanto, porque le había visto trabajar y me
parecía ya desde el principio que venía muy preparado. Cuando vino a la prueba,
se había ido a una discoteca y se la había preparado con unos porteros rusos. Esto
te habla de la implicación que ha tenido Álex con el proyecto. Luego se ha
echado seis meses de ruso a la espalda y se fue a Georgia con dos coaches. Es
un tío que se ha currado el personaje de una forma tremenda y la credibilidad
que le da es atroz. Uno de lo coaches era de Siberia y decía que prácticamente había
captado el acento era ruso y en la película la gente lo va a poder ver. Es un
trabajo de composición extremo, de los que no se ven en España.
La película,
se estrena en un momento complicado para Rusia y Ucrania. ¿Creían que podría
afectar de cara al estreno de la película?
Sí, desde el
primer momento que decidimos hacer la historia de este terrorista suicida
sabíamos que estábamos hablando de un tema contemporáneo, que iba a saltar en
cualquier momento. Creo que eso le da vigencia porque estamos en un momento que
esos conflictos existen. Hoy en día hay un avión desaparecido y un conflicto
que es recurrente con Rusia. Por eso no queríamos hacer una historia ubicada
con Rusia. Es verdad que las comparaciones están ahí y cualquiera las puede
asociar. Pero, nosotros elegimos un país Karadjistan porque queríamos contar la
historia de un país, un terrorista, un avión cualquiera y la de un pasajero que
podrías ser tú. Está contado en forma de fábula para evitar la aridez, muchas
veces hostil de una reivindicación social o nacionalista de cualquier tipo.
Queríamos contar una historia que podría ser la de todos nosotros, la de
cualquier avión de cualquier país del mundo. La asociación está ahí y es evidente.
Como ha
dicho la película no solo es una comedia y ha querido transmitir algo más al
espectador. ¿En el fondo qué ha querido contar?
La película
es una comedia y una fábula. Queríamos contar un canto a la vida, por lo cual teníamos
que empezar con el terrorista, que en realidad es un proyecto de terrorista suicida,
porque no ha consumado todavía. Es la transformación de este hombre por una de
las casualidades de la vida. Queríamos hacer un canto a las segundas oportunidades,
a la no claudicación y de eso trata la película.
Álex García y Verónica Echegui |
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