La película fue presentada en el Festival de Málaga de Cine Español, donde se pudo ver la versión que llega a los cines y de la que nosotros hacemos ahora nuestra reseña.
Marta (Oona Chaplin) se muda a vivir con su marido (Andrés Gertrúdix) a un nuevo edificio donde sólo hay otro piso ocupado. En la soledad de su nuevo hogar, su vecina (Ana Fernández) le pide que cuide por unas horas a su hijo, hasta que ella regrese.
Pero, todo empieza a complicarse cuando éste afirma que en la casa hay otro niño...
El sueño de cualquier novel, o por lo menos hasta épocas que no fueran de crisis, es la de poder dar el salto al cine con una película con un presupuesto holgado para poder demostrar todo lo que eres capaz de hacer y reivindicar tu puesto en una industria, la española, que tarda en convertirse en algo como tal. Pero, siendo honestos debemos decir que Pau Teixidor, el director de este experimento multi-plataforma, es todo un valiente.
Cualquiera no aceptaría este encargo de rodar con un reducidísimo presupuesto de 200.000 euros en apenas 20 días, con cuatro actores y en un único escenario. El vértigo haría desistir a más de uno, el miedo a que tu carta de presentación fuera una película de mala calidad, y como tal pasar a la historia.
Sin embargo, el joven realizador que se adentra en una historia que no es suya-el guión es obra de Luis Moreno-intenta ofrecer una historia de terror que se acerca más al drama psicológico que resulta ser un interesante cruce entre "Reencarnación (Birth), "El Habitante Incierto" y los "Ausentes" de Daniel Calparsoro.
En sus escasos 85 minutos de duración vemos cómo ante un guión ya cerrado el director intenta crear la sensación de tensión constante, y lo consigue con un par de tensas y eléctricas secuencias que podrán los pelos de punta a más de uno. Sin embargo, la película peca de exceso de metraje, a pesar de lo poco que dura, y es que muchas de sus escenas resultan un tanto alargadas, empezando por ese contenido comienzo al que cuesta arrancar. Y esa contención en algunos pasajes de la película consigue crear una agobiante atmósfera. Aunque, un punto de locura y "mala leche" justo donde la película empieza a terminar, no le hubiera sentado tan mal. Puede que el presupuesto no llegara para ello, nunca lo sabremos. El problema creemos que radica más en un guión destinado al cortometraje, estirado hasta lograr obtener material para un largometraje.
El debut del barcelonés, con sus errores y defectos, resulta ser un interesante y correcto thriller psicológico con niño insoportable de por medio, donde parte de lo más interesante son las segundas lecturas que encontramos en este "purgatorio" en el que vive su protagonista. Fácil sería centrarnos en las referencias a la maternidad fallida, pero esa visión sobre el despertar sexual pre-púber resulta bastante curioso hasta perverso.
Además, la película gana muchos puntos con sus actuaciones, destacanado la de Oona Chaplin. La actriz, nieta del gran Charles Chaplin, realiza su primer gran protagonista y soporta ella sola todo el peso dramático de la película con una actuación de altísimo nivel que debería llamar la atención a más de un productor porque "aquí hay una mina de oro". Aunque, no nos podemos olvidar tampoco del perturbador Sergi Méndez, que representa absolutamente la cara del mal.
La película bien podría haberse convertido en un mediometraje y haber canalizado mejor todo lo que quiere contar, sin embargo tenemos que alabar el gran reto que se le presentaba al director, y que como tarjeta de bienvenida a un terreno tan bien trabajado y peligroso como el cine de género español, hemos de confesar: "no está nada mal". Por lo que esperamos ansiosos ver por dónde deriva la carrera de este director, que si es capaz de todo esto con pocos medios, ¿qué nos puede ofrecer con un presupuesto mayor?
+ Tiene un par de secuencias que ya por sí solas hacen merecer pagar una entrada de cine.
- Haberse tomado demasiado en serio, un poco de locura no le vendría nada mal.
PUNTUACIÓN: * * *
El sueño de cualquier novel, o por lo menos hasta épocas que no fueran de crisis, es la de poder dar el salto al cine con una película con un presupuesto holgado para poder demostrar todo lo que eres capaz de hacer y reivindicar tu puesto en una industria, la española, que tarda en convertirse en algo como tal. Pero, siendo honestos debemos decir que Pau Teixidor, el director de este experimento multi-plataforma, es todo un valiente.
Cualquiera no aceptaría este encargo de rodar con un reducidísimo presupuesto de 200.000 euros en apenas 20 días, con cuatro actores y en un único escenario. El vértigo haría desistir a más de uno, el miedo a que tu carta de presentación fuera una película de mala calidad, y como tal pasar a la historia.
Sin embargo, el joven realizador que se adentra en una historia que no es suya-el guión es obra de Luis Moreno-intenta ofrecer una historia de terror que se acerca más al drama psicológico que resulta ser un interesante cruce entre "Reencarnación (Birth), "El Habitante Incierto" y los "Ausentes" de Daniel Calparsoro.
En sus escasos 85 minutos de duración vemos cómo ante un guión ya cerrado el director intenta crear la sensación de tensión constante, y lo consigue con un par de tensas y eléctricas secuencias que podrán los pelos de punta a más de uno. Sin embargo, la película peca de exceso de metraje, a pesar de lo poco que dura, y es que muchas de sus escenas resultan un tanto alargadas, empezando por ese contenido comienzo al que cuesta arrancar. Y esa contención en algunos pasajes de la película consigue crear una agobiante atmósfera. Aunque, un punto de locura y "mala leche" justo donde la película empieza a terminar, no le hubiera sentado tan mal. Puede que el presupuesto no llegara para ello, nunca lo sabremos. El problema creemos que radica más en un guión destinado al cortometraje, estirado hasta lograr obtener material para un largometraje.
El debut del barcelonés, con sus errores y defectos, resulta ser un interesante y correcto thriller psicológico con niño insoportable de por medio, donde parte de lo más interesante son las segundas lecturas que encontramos en este "purgatorio" en el que vive su protagonista. Fácil sería centrarnos en las referencias a la maternidad fallida, pero esa visión sobre el despertar sexual pre-púber resulta bastante curioso hasta perverso.
Además, la película gana muchos puntos con sus actuaciones, destacanado la de Oona Chaplin. La actriz, nieta del gran Charles Chaplin, realiza su primer gran protagonista y soporta ella sola todo el peso dramático de la película con una actuación de altísimo nivel que debería llamar la atención a más de un productor porque "aquí hay una mina de oro". Aunque, no nos podemos olvidar tampoco del perturbador Sergi Méndez, que representa absolutamente la cara del mal.
La película bien podría haberse convertido en un mediometraje y haber canalizado mejor todo lo que quiere contar, sin embargo tenemos que alabar el gran reto que se le presentaba al director, y que como tarjeta de bienvenida a un terreno tan bien trabajado y peligroso como el cine de género español, hemos de confesar: "no está nada mal". Por lo que esperamos ansiosos ver por dónde deriva la carrera de este director, que si es capaz de todo esto con pocos medios, ¿qué nos puede ofrecer con un presupuesto mayor?
+ Tiene un par de secuencias que ya por sí solas hacen merecer pagar una entrada de cine.
- Haberse tomado demasiado en serio, un poco de locura no le vendría nada mal.
PUNTUACIÓN: * * *
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