El viernes 9 se estrena la comedia romántica "Amor en su Punto", que fue presentada en el Festival de Málaga. Allí, además de hablar con su directora, Teresa de Pelegri, estuvimos hablando con Leonor Watling. La actriz interpreta a una española que se enamora en Berlín de un conocido escritor gastronómico, interpretado por Richard Coyle.
Os dejamos la entrevista que le hicimos, que como comprobaréis fue muy fluida y divertida, mostrándose una actriz con gran uso de la ironía y muy divertida.
Trabaja a medio camino entre el cine y la música con su grupo "Marlango", por lo que muchas veces tendrá que rechazar papeles. ¿Tiene algún criterio para elegir las películas en las que aparece cuando no la música se lo permite?
Criterio no mucho, no tengo mucho. Tengo mucha suerte, porque al hacer las dos cosas, a la vez que a veces pierdes por un lado o por el otro, también te da la oportunidad de elegir mucho. La verdad es que tiene mucho que ver con el momento vital, con la sensación que te da el guión cuando lo lees, esa sensación, eso que llamamos como de estómago. Abrir el guión y que me encante, tiene mucho que ver con tu momento vital, con lo que hayas contado antes. Si de repente te llega un guión súper parecido a lo último que has hecho o vete tu a saber, habría que hablar con un psiquiatra para ver lo que te dice. Pero, sí, básicamente es una cosa muy física, la sensación como de abrir un guión y decir...jo.
Tiene una carrera bastante internacional, con varios títulos rodados en el extranjero, donde saber hablar inglés le habrá ayudado bastante ¿cómo ve su trayectoria hasta el momento?
Tengo la suerte de que me lleguen proyectos de sitios, pero uno tiene que querer las cosas. Supongo que pasará, que tu estás en tu casa y te llama Spielberg, pero es raro que ocurra. Quiero decir que lo que han hecho Penélope, Javier, Paz Vega o Antonio Banderas es mucho trabajo y súper meritorio. Osea, ya de cero tienen mi devoción porque además trabajar en un idioma que no es tu idioma materno es muy difícil, yo si me pagan el billete de avión voy a dónde quieras.
Entonces, ¿no ha enfocado su carrera de la misma manera que estos actores de los que nos habla?
He rodado en Ecuador, Toronto, Vancúver, Dublín...; pero, yo no me he pagado un billete de avión y me he plantado con una maleta y decir "aquí voy a picar piedra".
Hablar inglés me da la igualdad de oportunidades que dos millones de actores angloparlantes, tampoco son súper poderes.
Por lo que dice, ¿no veremos a Leonor Watling en Hollywood?
Es muy complicado, tiene que ver con la vida. Me parece que es un momento muy complicado ahora para saber. Si sigue así igual no tengo más remedio irme. A la vez es un trabajo que te da mucha libertad. No tienes que vivir en un sitio concreto, te llaman y vas a rodar y vuelves.
¿Tiene que ver con estar cerca de su familia?
Estoy enamorada de mi familia y me gusta estar donde están ellos, me gusta que mis hijos se críen con su abuela, su tía.Y a la vez me gusta mucho viajar y tengo la suerte de que por mi profesión tengo que salir mucho. Claro dices "si me voy a trabajar con Wes Anderson...", pero irte a vivir fuera no quiere decir que vayas a trabajar con Wes Anderson, no tiene mucha relación..., necesito un café (risas).
Leonor Watling sufre mucho en cine con tantos dramas en los que ha participado, ¿qué le hace decidirse entonces por una comedia romántica como "Amor en su Punto"?
A mí me gusta mucho la comedia romántica y está muy manoseada, pero cuando la hacen bien... Siempre pongo este ejemplo: es como la tortilla de patata, en todos los bares te ponen el pincho de torrtilla aunque no lo pidas y normalmente le ponen huevina; tampoco es doloroso, casi nunca te tomas una tortilla de patata que te asquee, pero cuando está buena te haces cien kilómetros para comerla y si tienes un amigo que haga buena tortilla de patata le tienes explotado.
La comedia romántica me parece que es un poco eso, parece una cosa muy sencilla, está en todas partes, pero una buena es un regalazo y cuando me llegó este guión...
¿Qué le gustó de ese guión?
Los dos personajes protagonistas son imperfectos, tienen unos muy buenos diálogos.
La película te está contando una historia, no es sólo una casi perfecta con un enloquecido que va con ella o un casi perfecto con una enloquecida, me encanta la verdad.
En la película tiene varias divertidas escenas en la cocina, ¿estaban en el guión o fueron fruto de la improvisación por la buena química con su compañero?
Es muy difícil de llegar al punto de dejarte libre como para que te salga algo. En este caso, estaba todo en el guión. Pero, es lo que te engancha, lo que te muerde como actor, un momento de repente creerte otra verdad. Porque no es una mentira, no estás mintiendo, estás creyéndote otra verdad y si el que tienes enfrente también se la cree, eso es la bomba. Cuando te pasa te da igual el género que sea. Cuando pasa en comedia es muy divertido, cuando pasa en drama es una cosa brutal, y cuando pasa en comedia es "buah, te vas a tomar una caña.."
La película gira en torno al mundo gastronómico, si Leonor Watling fuera un plato de comida, ¿cuál sería? ¿Y los dos personajes principales de la película?
Si fuera un plato de comida...(imitando acento italiano). Bueno, si fuera un plato de comida yo creo que sería un chuletón de Ávila, no lo sé, qué difícil. ¿Lo puedo pensar y luego te contesto?
En "Amor en su Punto" los personajes van expresando sus sentimientos a través de la comida, ¿cree que existe esta relación entre la gastronomía y otros sentimientos como la amistad o el amor?
Sí, hay una cosa que cuando tienes hijos que es muy bestia, es como que si comen tú estás bien. Si ellos comen, tú ya estás saciado y si tu les haces tu papillita y no la comen...; joé, dices "es una papilla, no te la comas si no quieres", pero yo me sentía muy rechazada. Pero te pasa también, si tu te pringas y a tus colegas les hace un plato súper rico y se lo comen así de lado..., "su madre les va a hacer la comida la próxima vez". Uno pone mucho cuando cocina y pone mucho de sí mismo, está muy expuesto.
Esto de lo que habla también lo refleja muy bien la película...
En película está contanda a través de la comida. Ella no es una vegetariana normal, la mitad de mis amigos son vegetarianos, yo como vegetariano muchas veces y está riquísimo. Cuando ella está enamorada comen galletas de chocolate, van por el campo y suena esa canción súper bonita, parece una niña, está súper contenta y se permite todo. La comida cuenta mucho y lo hacemos tres veces al día y sí que te da para contar muchas cosas.
¿Cómo fue trabajar con Richard Coyle, su compañero en la película?
Muy bien, es un actorazazo, ha hecho mucho teatro. Es muy conocido en Inglaterra por una serie de televisión y por dos blockbusters y es muy trabajador. Parece que cuando uno hace comedia romántica es como un paseo, pero no. Aparte, él es inglés y tiene que hacer un acento muy irlandés y se lo curró muchísimo. Y nos llevamos muy bien, la verdad.
En la película parece que se lo han pasado muy bien y que han tenido mucha complicidad, ¿trabajaron de alguna forma la química?
Lo que pasa es que lo de la química es..., evidentemente puede que ayude dónde coloquen la cámara, los planos, se puede potenciar, ayuda. Pero, hay actores que se odian y tienen una química espectacular en pantalla y actores que están súper enamorados en la vida real y en pantalla son dos besugos, no sé, es una cosa muy rara.
¿Es Richard Coyle tan divertido como su personaje?
Sí (suena muy rotunda), aunque bueno, es serio él. Aunque cuando se pone divertido es muy divertido.
Con una gran carrera delante de la cámara, ¿no le pica la curiosidad de ponerse detrás de ésta?
A día de hoy te digo que no veo ni el hueco, ni tengo nada que contar, ni creo que yo tenga ese tesón que haga falta para ser director. Admiro muchísimo a los directores, me parece que es un trabajo que estar comprometido con una idea y defenderla cuatro años. Es que un actor, igual estás seis meses con muchísimo, estás tres meses en un proyecto y un director son cuatro años, con suerte. Lo que pasa es que tampoco yo voy a decir que si un día tengo muchas ganas de contar algo y tengo muy claro cómo contarlo y me apetece mucho lo haré. A día de hoy es como si me dijeras si voy a ser bombero, no lo veo pero... Como guionista me pasa lo mismo, lo que tengo que contar me dura dos estrofas y dos estribillos (risas).
Bueno, Leonor, muchas gracias por atendernos...
¡Me faltaba contestarte a lo del plato de comida!
¡Es verdad!
Qué sería Bibiana [el personaje de Leonor Watling]. Cuando está mal es una hamburguesa sin carne que dices "¿por qué?". Hazte un sándwich rico, ponle queso, llámalo sanchwich y sé feliz. Cuando está bien es cualquier plato rico que se te ocurra y él personaje de Richard Coyle cuando está mal es un filete así (hace un gesto como dando a entender que habla de algo insulso), pero me lo voy a comer entero, aunque no tenga ganas y cuando está bien está igual que ella.
¿Y Leonor?
Depende del día, si no elijo profesión cómo voy a elegir plato del día (se ríe), me gusta todo, un chuletón de Ávila igual (risas).
miércoles, 7 de mayo de 2014
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