Abalada por su inesperado éxito de taquilla en Estados Unidos y México, la película de actor y director Eugenio Derbez ha conseguido ser la película más taquillera en español de la historia, con más de 25 millones de espectadores en todo el mundo.
Valentín (Eugenio Derbez) es un hombre mujeriego que un día una de sus conquistas le deja un regalo, una niña recién nacida de la que deberá hacerse cargo. Decidido a buscar a su madre viaja hasta Los Ángeles, pero allí no podrá encontrarla y acabará convirtiéndose en el padre protector que su hija necesita.
¿Cuál ha sido la clave del éxito de esta comedia familiar? A primera vista, sus elementos no la diferencian de muchas otras películas del mismo género americanas que pasan todas las Navidades por nuestra cartelera.
La respuesta puede hallarse en esconder, bajo el bonito envoltorio, varios de los temas de actualidad que más preocupan en Estados Unidos como la inmigración, la integración con la sociedad estadounidense y los nuevos modelos familiares, pero haciéndolo de una forma sutil en la que no quiere dar ni lecciones, ni sentar cátedra. Siguiendo a un carismático personaje va tocando diferentes palos, que harán reflexionar a los adultos, y que por otro lado, por condición de película para toda la familia, los más pequeños de la casa conseguirán disfrutar de ella.
Ante todo hay que avisar al lector, aléjese todo aquel espectador que le produzca nauseas películas como "Matilda" o "Beethoven, Uno Más en la Familia", porque Eugenio Derbez comulga y mucho con alguna de estas películas y adapta el género a un humor más latino que no producirá tantas risas en la platea como haya podido conseguir en su país de origen, pero esto no resta para tener una constante sonrisa en la boca durante todo su metraje.
Sin embargo, asumiendo todo lo anterior, se podrá disfrutar de una película con mucho corazón que esconde un drama familiar y una historia de superación de un padre que hará lo que sea por permanecer del lado de su hija, interpretados por una de las parejas con más química en la pantalla que hemos visto en mucho tiempo. Un Eugenio Derbez entregadísimo y inspiradísimo y una carismática y robaplanos Loreto Peralta.
Aunque la película tiene varios altibajos en su ritmo, debido al exceso de varias situaciones demasiado metidas en el género familiar, se puede disfrutar de una película que hará sentirse a más de uno como un niño, a la vez que alguno puede que se le caiga alguna que otra lagrimilla.
+ Unas segundas lecturas sin moralina.
- La música, aunque bonita, resulta demasiado presente durante toda la película.
PUNTUACIÓN TOTAL: * * *
jueves, 1 de mayo de 2014
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