Tras el éxito de público con "Mentiras y Gordas", el tándem Menkes y Albacete sigue su carrera por separado y el primero adapta una novela de Jordi Sierra i Fabra. Una historia romántica con el SIDA como telón de fondo, que se presentó tibiamente en el Festival de Málaga.
Sol (Ana de Armas) es una joven infectada por el VIH, que quiere seguir viviendo y encontrar el amor, pero que sea alguien que la entienda. Por eso, decide poner un anuncio para conocer alguien que se encuentre en su misma situación. Dani (Martiño Rivas) es quien responde a la desesperada llamada y entre los dos surgirá un gran amor, pero él esconde un terrible secreto que tambaleará a la frágil Sol.
Lo primero que tenemos que decir es, ¿en qué fregado se ha metido David Menkes? Es cierto que el director, junto a su compañero cinematográfico Alfonso Albacete, siempre ha arriesgado y tratado temas muy actuales, a la ves que comprometidos, siempre desde su peculiar puesta en escena y alocada visión de la vida.
Sin embargo, el salto a la dirección en solitario de Menkes ha derivado en un conjunto de erróneas decisiones que no consiguen alcanzar el deseado resultado que se esperaba ante una premisa que trataba un asunto tan delicado como el SIDA y la juventud de una forma tan novedosa.
La película con un empaque visual bastante cuidado, desde la fotografía y la música, como el vestuario y la gran dirección artística, aporta la idea de un mundo idílico en el que vive la protagonista, como si de una preciosa prisión en la que se ha encerrado, un Madrid irreconocible, que bien podría ser cualquier ciudad del mundo, demostrando que el drama de su protagonista es universal. Aunque, el apartado técnico sea muy superior a anteriores películas del director, el problema surge a partir del guión. No hemos leído la novela en la que se basa, ni sabemos si el espíritu del texto de Sierra i Fabra es el mismo que vemos en pantalla, pero siendo ajeno a todo esto y analizando el resultado final, no podemos más que manifestar lo molestos que pueden llegar a ser los diálogos de la película.
El director pretende dar un enfoque diferente y a través de los ya comentados y chirriantes diálogos, no conseguimos creernos esa supuesta humanidad de los personajes y su liberación a través de palabras y sentencias que bien podrían haber salido del estado de Facebook de una adolescente enamorada.
Con un comienzo fuerte, la película va desinflándose gracias a las constantes e inverosímiles situaciones a las que somete a sus protagonistas que no sabemos si al supuesto público (el adolescente) al que va dirigida, va a conseguir empatizar con algo de lo que ve. Ni sus ídolos televisivos conseguirán salvar de la quema muchos de los vergonzosos momentos en los que se tienen que desenvolver sus actores. Una Ana de Armas, que resulta ser de los mejor de la película y que aplaudimos la valentía y el esfuerzo de defender unos de los más complicados y difíciles diálogos que hemos visto en muchos años; sin embargo, su compañero en este drama, Martiño Rivas, ha perdido la frescura que mostró en "Tres Bodas de Más", para pasar a recitar su papel sin ningún tipo de emoción ni carisma, demostrando que quitarse la camiseta en los momentos más cruciales de la película no es suficiente como para llegar al aprobado.
David Menkes nos ofrece una película bastante fallida, que sin embargo muestra unas intenciones muy aplaudibles, la de mostrar una perspectiva diferente sobre cómo vivir con VIH. Aunque, no le habría venido mal una revisión del guión, donde los personajes pudieran hablar como personas normales y suprimiera secundarios prescindibles como el de Jan Cornet o potenciara otros como los interpretados por Megan Montaner y Andrea Duro.
+ Su estructura visual y su optimista visión de la enfermedad.
- Casi todo lo demás.
PUNTUACIÓN TOTAL: * *
jueves, 15 de mayo de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios :
Publicar un comentario