Llega a las carteleras durante
el periodo navideño esta épica película dirigida por Angelina Jolie y concebida
para arrasar entre las nominaciones a los Oscar con la Segunda Guerra Mundial
como tema principal.
Cuenta la historia verídica de
Louis Zamperini (Jack O' Connell), un joven atleta olímpico que durante la
Segunda Guerra Mundial se estrella su avión en el Pacífico. Ahí comienza su
odisea a la deriva hasta que es capturado por los japoneses y encerrado en
varios centros de concentración.
Angelina Jolie vuelve a la
dirección después de la correcta "En Tierra de Sangre y Miel" y
centra su mirada en otro conflicto bélico, esta vez dejando de lado su labor
como guionista que bien recibió buenas críticas en su debut cinematográfico y
confiando en el buen hacer de la escritura de lo hermanos Cohen.
Lo primero que habría que
alabar a la conocida actriz es el valor que ha tenido a la hora de afrontar tan
enorme reto que a muchos les produciría náuseas sólo con pensar en llevar a
cabo dicha hazaña cinematográfica. Condensar en poco más de dos horas y media
la extraordinaria historia de un atleta olímpico, naufragio y posterior
aprisionamiento no resultaría nada fácil si no se contara con un director que
tuviera buena mano y que fuera capaz de dotar a la película de ritmo, rigor y
pasión.
Estas características parece
poseerlas la Angelina Jolie directora, sin embargo no al completo. Y ese es el
mayor error de la película, la insistente sensación que fluye en todo su metraje, el de querer contar la historia "más grande jamás contada". Todo
lo que nos muestra parece superior y siempre más grande que cualquier historia
que hubiéramos oído y visto sobre la Segunda Guerra Mundial. Para ello,
construye unas sorprendentes y épicas escenas bélicas que parecen buscar más
que otra cosa la distracción del espectador para que no pueda darse cuenta de
lo que más adolece la película, de corazón.
Ante tanto sufrimiento y
diálogos esperanzadores escritos para mayor gloria, no obstante merecida, del
heroico protagonista, no conseguimos encontrar la emoción, el pulso y la fuerza
que necesitaba esta película. Demasiado ruido ensordecedor, palizas y crueldad
humana no son suficientes para la señora Jolie como para conseguir que uno
sienta batir el corazón tanto como esta historia de superación y perdón
requería. Y es que uno de los errores que ha cometido la directora es el haber
querido absorber e interiorizar todo lo aprendido como actriz bajo la tutela de
grandes como Clint Eastwood, Oliver Stone o Martin Campbell. Como si se tratara
de un examen de todo lo que le han enseñado sus grandes maestros, Angelina
Jolie se empeña en llevar la cámara a ese punto preciso y correcto donde nadie
pueda echarle nada en cara, donde podrá crear imágenes bellas y situar la
mágistral partitura de Alexandre Desplat y creer de esta forma podrá salir airosa.
Sin embargo, "Invencible" es por todo esto una película con una total
falta de personalidad, bien podría haberla rodado un Eastwood en horas bajas y
con el piloto automático y nadie se habría dado cuenta, aunque ya la mera y
exagerada comparación le valdría una sonrisa a la directora.
"Invencible" es una
película que se deja ver, a pesar del exceso de su metraje, correctamente
rodada y que hará pasar un (des)agradable rato a los espectadores bajo unos
buenos efectos especiales y una preciosa fotografía, que sin embargo no es
capaz de llegar más allá de todos los conflictos que precisamente plantea. Un
cruce a medio camino entre "La Vida de Pi" y "Un Largo
Viaje" que precisamente estrenada este año y con un argumento con muchas
semejanzas, conseguía emocionar y hacer moverse entre las entrañas algo más que
este correcto film épico sobre una persona muy grande, que hubiera merecido
otra película.
+ No contar con una edulcorada
historia de amor.
- Su muy descarado
academicismo.
PUNTUACIÓN TOTAL: * *
0 comentarios :
Publicar un comentario