El pasado Festival de San Sebastián pudimos entrevistar tanto al director como al protagonista de "La Isla Mínima". Allí la película creó sensación y finalmente se hizo con el premio al Mejor Actor para Javier Gutiérrez y a la Mejor Fotografía. Estuvimos hablando con Raúl Arévalo que nos contó algunas de las claves de la película, cómo fue trabajar con uno de los directores más aclamados del cine español y todo antes de conocer el enorme éxito de taquilla y de premios que iba a recibir la película durante los meses siguientes.
Ahora, aprovechando la carrera a los Goya rescatamos esta entrevista que esperamos que os guste.
¿Qué ha significado para Raúl Arévalo trabajar en "La Isla Mínima"?
Ha significado trabajar con Alberto Rodríguez que era el director con el que más ganas tenía de trabajar. Yo soñaba trabajar con él, pero pensaba que cuando tuviera la oportunidad sería cuando fuera más mayor porque los personajes que él normalmente escribe son mayores. No pensaba que me fuera a llegar la suerte tan pronto. Trabajar con Alberto ha sido mi gran regalo de esta película.
¿Cómo es trabajar con uno de los directores más aclamados del cine español reciente?
Te puede gustar su cine más o menos, te puede interesar más o menos, pero lo que sí es admirable que él y su equipo se conocen de toda la vida y algunos son compañeros muy fuertes, compañeros desde los seis años del colegio. Esto se nota porque a la hora de trabajar hacen un muy buen equipo. Hacen esta atmósfera y ambientación que es lo que más me gusta de la película. Hace que no deje puntada sin hilo y como actor él siempre está muy encima de las actuaciones, siempre está apretando mucho para que cuentes la historia exacta que él pretende.
En la película interpreta un policía que inicialmente resulta íntegro, con las ideas claras, aunque su camino se va desviando a lo largo de la historia. ¿Qué le pareció éste personaje al leerlo en el guión de Alberto Rodríguez?
Una de las cosas buenas que tienen los guiones de Alberto es que habla del ser humano y de las contradicciones del ser humano y que no todo en la vida es blanco o negro. Mi personaje es un tío con las ideas muy claras, en la teoría, pero luego verá que en la práctica y en momentos extremos como los que se viven en esta película, no todo es tan bonito como él creía.
En la vida vemos muchas veces lo típico "yo nunca haría no sé qué" y luego te ves haciendo cosas que luego dices: "¡madre mía la que estoy liando aquí!". Esto es lo que tiene el personaje, que lo hace más humano.
Interpreta a su primer policía en el cine, ¿contaron con la ayuda de algún asesor para meterse en el papel, sobre todo en la mentalidad de un policía de hace treinta años?
Conocimos a un policía que estaba en activo en aquella época que nos asesoró a Javier y a mí. Lo encontró Javier a través de un contacto suyo, él nos asesoraba y desmitificaba mucho el mundo del policía. Decía "yo aunque haya sido policía y haya visto cosas muy desagradables he tenido siempre un problema con la violencia", "una vez le pegué un puñetazo a un tío, lo tumbé y lo pasé muy mal". "La gente que era más como el personaje de Javi en la película y que eran policías de la brigada político social de Franco, yo rechazaba sus métodos. Pero, también es cierto que me salvaron muchas vece el pellejo de muchos momentos".
Además de este asesoramiento, ¿cómo te preparaste tu personaje? ¿Buscaste la inspiración en alguna película o serie de televisión en concreto?
Intento adaptarme mucho al director, a la forma de trabajar de los compañeros, al entorno de ese momento. Leí muchas cosas de la época y vi muchos vídeos. Vi un documental que fue muy clave que se llama "Atado y bien atado" y "No se os puede dejar solos" que es chulísimo. Son entrevistas a gente de la calle, de todo tipo de clase social, cultural y política; gente de toda España que se hace del año 77-78 al 81 que muestra lo que fue la Transición en España. Se ve que era una época rara, de confusión. Yo me basé en este documental, no en nadie en concreto.
Interpretan en la película a dos policías que parece que tienes problemas de comunicación, dado que a veces con muy pocas diálogo el espectador debe sobreentender para de su forma de ser, de su vida. ¿No echaron en falta alguna explicación más de sus personajes?
"La Isla Mínima", era una broma que hacíamos Javi y yo decíamos "esto es mínimo, a lo mínimo". Alberto es de una economía exagerada y decía que una película tan de género había unos códigos que había que mantener y a él no le gustaban las cosas mascadas. A mí como actor, a la hora de ensayar decía "¿no deberíamos explicar esto un poco más?". Pero, luego guste o no es claramente lo que Alberto ha querido contar. "Esto es lo que he querido contar y al que le guste bien y al que no le guste,no".
Alberto Rodríguez es un director con fama de tener las cosas muy claras desde la escritura del guión hasta cada plano y línea de diálogo de los actores. ¿Cómo se amolda un actor a esta forma de trabajar?
Si yo alguna vez intentaba improvisar algo o meter alguna información más, él decía "no, hasta aquí". Una vez que entendí el juego me dejé llevar por Alberto, Es cierto que me gustó mucho, pero como actor al principio da inseguridad porque dices "¿esto se va a entender?". A Alberto no le interesaba tanto la relación personal de los personajes, sino que éstos fueran el vehículo para contar esta historia.
¿Es por esto que los dos personajes protagonistas resultan tan herméticos, con más silencios que palabras?
Sería muy fácil encantarse con un personaje como el de Javi, sería muy goloso. Lo típico con otro director, coges un personaje como el de Javi y le pones que se encuentra fatal llorando en el baño, es como "premios, premios, premios". Sin embargo, no cae en eso Alberto. No le interesa ese resultado de que te luzcas, lo que quiere es contar esto y no va a contar más de tu vida y de cómo lo pasas, que la gente entienda lo que quiera.
¿Cómo prepararon los personajes junto a Alberto Rodríguez?
Primero, la suerte de que Alberto ensayamos un mes entero, que no es común en cine, sí lo es en teatro. Llegamos al rodaje y podríamos haber rodado cualquier secuencia de la película porque nos la sabíamos, la teníamos clarísima. Nos informamos mucho, trabajando mucho el personaje y dejando hasta donde Alberto quería que se viera. Siempre, tapando y tapando. Mi personaje es muy hermético, en la vida hay gente así.
¿Ayudaba para meterse en el personaje la maravillosa ambientación de la película?
Ayuda mucho la ambientación tan maravillosa de la película que te pone en ese... Con esta fotografía, esta ambientación, ese vestuario y esa lluvia artificial, ¡cómo queda! Te ruedan, miras a un punto y dices "hostia, cómo mola".
Por ejemplo los pájaros eran de verdad, había una segunda unidad, que se iban a pillar esas cosas.
"La Isla Mínima" es un thriller que cuenta con alguna escena de acción que no es algo común en el cine español, sobre todo debido a los presupuestos que se manejan en las producciones españolas. ¿Fueron complicadas de rodar estas secuencias?
Sí, fueron complicadas de rodar porque en aquel sitio, en "Isla Mayor" y en todas las marismas donde rodamos es un paraje árido y muy duro donde la infraestructura de un rodaje es difícil de encajar. La climatología no acompañaba nada. Estábamos rodando de noche, el equipo iba con plumas, orejeras, gorros, con guantes y nosotros en mangas de camisa con glicerina a modo de sudor, mojados haciendo que hacía calor, saliendo vaho por la boca.
¿Fueron entonces más duras de lo que pensaban en un principio?
Sí, todo se complicaba. Las escenas de acción pensábamos que iba a ser algo muy divertido y para una carrera que nos teníamos que pegar, Javi acabó con una tendinitis en el talón y yo con sobrecarga en el cuádriceps que tuvimos que llamar a un fisio de Sevilla. Pensábamos "para dos cosas que hemos hecho nos hemos lesionado, Tom Cruise y Denzel cómo lo hacen, ¿están a tope?".
¿Y cuál fue la escena más complicada de la película en lo que a nivel físico respecta?
La escena del coche donde tenía que hacer una persecución en un terreno con una cuneta que había agua. Los coches de producción tenían una piedra que no entendía para qué era y era por si cualquier casual te caías con la piedra rompieras el cristal porque había agua.
La persecución no tenía truco, era desde dentro del coche, sin ganas de que fuer a ser super espectacular, habíamos ensayado pero a la hora de la verdad decía Alberto "si puedes darle un poco más de caña mejor". Por un lado estaba la excitación de darle más caña para que quedara bien la escena, pero por otro... Mi cara de susto tampoco había que actuar mucho ahí.
"La Isla Mínima" ha recibido una gran acogida por parte de la prensa en este Festival de San Sebastian. ¿Cree que el público no está acostumbrado a ver películas así en España?
[La entrevista se realizó antes de su estreno en cines durante el Festival de San Sebastián, antes de el éxito que ha tenido en cines con más de un millón de espectadores]
Bueno, no creo que no esté acostumbrado a ver películas así. Normalmente cuando tienes una película no es unánime el criterio. Ninguno de nosotros nos esperábamos que por lo general las críticas y las opiniones fueran tan buenas. Tengo curiosidad en saber qué piensa el público de calle, te importa que le guste a la gente, que vaya al cine y le guste. Hasta ahora el público que la ha visto es más prensa especializada, periodistas... no sé muy bien cuando la vea mi familia o la gente qué van a opinar o cuál va a ser un poco la opinión general.
Los thrilles en España, ¿piensas de este género es más exportables al extranjero que otros géneros más dfíciles de vender?
Pienso que está bien que se toquen todos los géneros, que se consigan hacer más y que consigamos hacer thrillers como "No habrá paz para los malvados", "Grupo 7" o "El Niño". Que sean como dices exportables y de calidad como para poder competir con otro producto de otro país. Lo que sí que creo es que no depende de que sea thriller o drama, el que escribe una película buena es buena sea de donde sea. Lo que yo sí que defiendo es la identidad del sitio de donde se hace. Es que en realidad lo que tiene "La Isla Mínima" es que puedas decir "qué buena pinta tiene, si no parece española". Pero no puede ser más española: el ambiente, la guardia civil, los del pueblo.. Si haces algo local de verdad, que es de lo que conoces al final, se transforma en universal.
Ahora, aprovechando la carrera a los Goya rescatamos esta entrevista que esperamos que os guste.
¿Qué ha significado para Raúl Arévalo trabajar en "La Isla Mínima"?
Ha significado trabajar con Alberto Rodríguez que era el director con el que más ganas tenía de trabajar. Yo soñaba trabajar con él, pero pensaba que cuando tuviera la oportunidad sería cuando fuera más mayor porque los personajes que él normalmente escribe son mayores. No pensaba que me fuera a llegar la suerte tan pronto. Trabajar con Alberto ha sido mi gran regalo de esta película.
¿Cómo es trabajar con uno de los directores más aclamados del cine español reciente?
Te puede gustar su cine más o menos, te puede interesar más o menos, pero lo que sí es admirable que él y su equipo se conocen de toda la vida y algunos son compañeros muy fuertes, compañeros desde los seis años del colegio. Esto se nota porque a la hora de trabajar hacen un muy buen equipo. Hacen esta atmósfera y ambientación que es lo que más me gusta de la película. Hace que no deje puntada sin hilo y como actor él siempre está muy encima de las actuaciones, siempre está apretando mucho para que cuentes la historia exacta que él pretende.
En la película interpreta un policía que inicialmente resulta íntegro, con las ideas claras, aunque su camino se va desviando a lo largo de la historia. ¿Qué le pareció éste personaje al leerlo en el guión de Alberto Rodríguez?
Una de las cosas buenas que tienen los guiones de Alberto es que habla del ser humano y de las contradicciones del ser humano y que no todo en la vida es blanco o negro. Mi personaje es un tío con las ideas muy claras, en la teoría, pero luego verá que en la práctica y en momentos extremos como los que se viven en esta película, no todo es tan bonito como él creía.
En la vida vemos muchas veces lo típico "yo nunca haría no sé qué" y luego te ves haciendo cosas que luego dices: "¡madre mía la que estoy liando aquí!". Esto es lo que tiene el personaje, que lo hace más humano.
Interpreta a su primer policía en el cine, ¿contaron con la ayuda de algún asesor para meterse en el papel, sobre todo en la mentalidad de un policía de hace treinta años?
Conocimos a un policía que estaba en activo en aquella época que nos asesoró a Javier y a mí. Lo encontró Javier a través de un contacto suyo, él nos asesoraba y desmitificaba mucho el mundo del policía. Decía "yo aunque haya sido policía y haya visto cosas muy desagradables he tenido siempre un problema con la violencia", "una vez le pegué un puñetazo a un tío, lo tumbé y lo pasé muy mal". "La gente que era más como el personaje de Javi en la película y que eran policías de la brigada político social de Franco, yo rechazaba sus métodos. Pero, también es cierto que me salvaron muchas vece el pellejo de muchos momentos".
Además de este asesoramiento, ¿cómo te preparaste tu personaje? ¿Buscaste la inspiración en alguna película o serie de televisión en concreto?
Intento adaptarme mucho al director, a la forma de trabajar de los compañeros, al entorno de ese momento. Leí muchas cosas de la época y vi muchos vídeos. Vi un documental que fue muy clave que se llama "Atado y bien atado" y "No se os puede dejar solos" que es chulísimo. Son entrevistas a gente de la calle, de todo tipo de clase social, cultural y política; gente de toda España que se hace del año 77-78 al 81 que muestra lo que fue la Transición en España. Se ve que era una época rara, de confusión. Yo me basé en este documental, no en nadie en concreto.
Interpretan en la película a dos policías que parece que tienes problemas de comunicación, dado que a veces con muy pocas diálogo el espectador debe sobreentender para de su forma de ser, de su vida. ¿No echaron en falta alguna explicación más de sus personajes?
"La Isla Mínima", era una broma que hacíamos Javi y yo decíamos "esto es mínimo, a lo mínimo". Alberto es de una economía exagerada y decía que una película tan de género había unos códigos que había que mantener y a él no le gustaban las cosas mascadas. A mí como actor, a la hora de ensayar decía "¿no deberíamos explicar esto un poco más?". Pero, luego guste o no es claramente lo que Alberto ha querido contar. "Esto es lo que he querido contar y al que le guste bien y al que no le guste,no".
Alberto Rodríguez es un director con fama de tener las cosas muy claras desde la escritura del guión hasta cada plano y línea de diálogo de los actores. ¿Cómo se amolda un actor a esta forma de trabajar?
Si yo alguna vez intentaba improvisar algo o meter alguna información más, él decía "no, hasta aquí". Una vez que entendí el juego me dejé llevar por Alberto, Es cierto que me gustó mucho, pero como actor al principio da inseguridad porque dices "¿esto se va a entender?". A Alberto no le interesaba tanto la relación personal de los personajes, sino que éstos fueran el vehículo para contar esta historia.
¿Es por esto que los dos personajes protagonistas resultan tan herméticos, con más silencios que palabras?
Sería muy fácil encantarse con un personaje como el de Javi, sería muy goloso. Lo típico con otro director, coges un personaje como el de Javi y le pones que se encuentra fatal llorando en el baño, es como "premios, premios, premios". Sin embargo, no cae en eso Alberto. No le interesa ese resultado de que te luzcas, lo que quiere es contar esto y no va a contar más de tu vida y de cómo lo pasas, que la gente entienda lo que quiera.
¿Cómo prepararon los personajes junto a Alberto Rodríguez?
Primero, la suerte de que Alberto ensayamos un mes entero, que no es común en cine, sí lo es en teatro. Llegamos al rodaje y podríamos haber rodado cualquier secuencia de la película porque nos la sabíamos, la teníamos clarísima. Nos informamos mucho, trabajando mucho el personaje y dejando hasta donde Alberto quería que se viera. Siempre, tapando y tapando. Mi personaje es muy hermético, en la vida hay gente así.
¿Ayudaba para meterse en el personaje la maravillosa ambientación de la película?
Ayuda mucho la ambientación tan maravillosa de la película que te pone en ese... Con esta fotografía, esta ambientación, ese vestuario y esa lluvia artificial, ¡cómo queda! Te ruedan, miras a un punto y dices "hostia, cómo mola".
Por ejemplo los pájaros eran de verdad, había una segunda unidad, que se iban a pillar esas cosas.
"La Isla Mínima" es un thriller que cuenta con alguna escena de acción que no es algo común en el cine español, sobre todo debido a los presupuestos que se manejan en las producciones españolas. ¿Fueron complicadas de rodar estas secuencias?
¿Fueron entonces más duras de lo que pensaban en un principio?
Sí, todo se complicaba. Las escenas de acción pensábamos que iba a ser algo muy divertido y para una carrera que nos teníamos que pegar, Javi acabó con una tendinitis en el talón y yo con sobrecarga en el cuádriceps que tuvimos que llamar a un fisio de Sevilla. Pensábamos "para dos cosas que hemos hecho nos hemos lesionado, Tom Cruise y Denzel cómo lo hacen, ¿están a tope?".
¿Y cuál fue la escena más complicada de la película en lo que a nivel físico respecta?
La escena del coche donde tenía que hacer una persecución en un terreno con una cuneta que había agua. Los coches de producción tenían una piedra que no entendía para qué era y era por si cualquier casual te caías con la piedra rompieras el cristal porque había agua.
La persecución no tenía truco, era desde dentro del coche, sin ganas de que fuer a ser super espectacular, habíamos ensayado pero a la hora de la verdad decía Alberto "si puedes darle un poco más de caña mejor". Por un lado estaba la excitación de darle más caña para que quedara bien la escena, pero por otro... Mi cara de susto tampoco había que actuar mucho ahí.
"La Isla Mínima" ha recibido una gran acogida por parte de la prensa en este Festival de San Sebastian. ¿Cree que el público no está acostumbrado a ver películas así en España?
[La entrevista se realizó antes de su estreno en cines durante el Festival de San Sebastián, antes de el éxito que ha tenido en cines con más de un millón de espectadores]
Bueno, no creo que no esté acostumbrado a ver películas así. Normalmente cuando tienes una película no es unánime el criterio. Ninguno de nosotros nos esperábamos que por lo general las críticas y las opiniones fueran tan buenas. Tengo curiosidad en saber qué piensa el público de calle, te importa que le guste a la gente, que vaya al cine y le guste. Hasta ahora el público que la ha visto es más prensa especializada, periodistas... no sé muy bien cuando la vea mi familia o la gente qué van a opinar o cuál va a ser un poco la opinión general.
Los thrilles en España, ¿piensas de este género es más exportables al extranjero que otros géneros más dfíciles de vender?
Pienso que está bien que se toquen todos los géneros, que se consigan hacer más y que consigamos hacer thrillers como "No habrá paz para los malvados", "Grupo 7" o "El Niño". Que sean como dices exportables y de calidad como para poder competir con otro producto de otro país. Lo que sí que creo es que no depende de que sea thriller o drama, el que escribe una película buena es buena sea de donde sea. Lo que yo sí que defiendo es la identidad del sitio de donde se hace. Es que en realidad lo que tiene "La Isla Mínima" es que puedas decir "qué buena pinta tiene, si no parece española". Pero no puede ser más española: el ambiente, la guardia civil, los del pueblo.. Si haces algo local de verdad, que es de lo que conoces al final, se transforma en universal.