Varios meses después de su estreno internacional en el Festival de San Sebastián se estrena ahora en los cines la última película del siempre controvertido Isaki Lacuesta. Ahora rescatamos de la crónica que realizamos en su día esta crítica coincidiendo con el estreno en cines.
Cinco personas que han visto cómo sus vidas han acabado destrozadas por culpa de la crisis y han sio encerradas en un manicomio urden un alocado plan para salvar al país del desastre: secuestrar al presidente del Banco Central.
Cuando nos enteramos que Isaki Lacuesta iba a rodar una comedia nos quedamos sorprendidos. Más tarde reflexionamos que alguien como él, con un cine tan personal y característico no iba a caer en las redes de la comedia romántica usual, que algo estaba tramando. Bajo esta inocente premisa podemos comprobar desde la primera escena que Lacuesta se ha propuesto desatar la locura y el esperpento, que durante sus 100 minutos de duranción no va a dejar a nadie impasible.
Se rodea de un conjunto de personajes que como metáfora de la situación actual han sido de una u otra forma víctimas de la crisis y queriendo devolver el golpe a ésta planea una jugada maestra: acabar con los supuestos culpables.
Con un discurso que no para durante toda la película, estos dementes que forman la banda del "oso panda" van desmenuzando todos y cada uno de los aspectos que han llevado al país a la situación actual, como si de sabios se trataran, poniendo en su boca lo que Lacuesta considera que muchos piensan y no dicen o callan. Se puede estar o no de acuerdo con el discurso de director, que al final le acaba incluso traicionando a sí mismo, pero no se le puede negar que ha realizado una película que supone toda una macabra locura, un divertimento incómodo que hará las delicias de muchos y conseguirá que otros huyan despavoridos de la sala.
Lacuesta ha construido una farsa con toque de esperpento en la que sitúa a un conjunto de auténticos lunáticos, que son los que precisamente ellos los autoproclamados salvadores del sistema, aunque para ello tengan que cometer las mayores brutalidades jamás pensadas, que incluso recuerdan a aquella secuela censurada en España de "Saw" (¿sería la 7ª, quizás la 12ª?) donde se iniciaba con la automutilación de las primeras víctimas de la película. Si un director como Lacuesta ha tenido esta referencia, entonces "Murieron" se pueda convertir en una de las películas más extrañas, incómodas y divertidas películas de este año.
Sin embargo, "no todo el monte es orégano" en la aventura de estos desalmados y todos y cada uno de los excesos de Lacuesta acaban por pasar factura tarde o temprano y la película acaba siendo víctima de su propio discurso y narrativa, haciendo que el espectador pueda llegar demasiado hastiado al final de la película.
"Murieron por encima de sus posibilidades" está llamada desde este momento a convertirse en la mayor marcianada del cine español desde "El Método Dreyer", que nada tienen que ver, pero por bizarra que son y por la cantidad de odios y pasiones que puede acabar desatando la película de Lacuesta: ¿acabará convirtiéndose en película de culto? El tiempo o el olvido nos lo confirmará.
Lo Mejor: unos actores entregados a la causa.
Lo Peor: su exceso de irreverencia fácilmente desatará la furia de muchos espectadores.
PUNTUACIÓN TOTAL: ★ ★ ★ Y 1/2
lunes, 27 de abril de 2015
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