Pasó por el Festival de Venecia, consiguiendo llevarse a casa el León de Plata al mejor director, nosotros pudimos verla en el pasado Festival de San Sebastián, donde era uno de los platos fuertes de la Sección Perlas. Sus productores, Agustín y Pedro Almodóvar, acudieron al certamen para defenderla y salió venciendo, recibiendo la ovación de los periodistas y el público.
Una aparente familia normal, los Puccio, se dedicó en Argentina en los años ochenta a secuestrar y realizar otros crímenes, algunos de ellos bajo el beneplácito de militares del recién caído régimen. Esta es la historia de un padre (Guillermo Francella) que ayudado principalmente por uno de sus hijos (Peter Lanzani) consiguió crear un clan, del que el resto de la familia se beneficiaba económicamente.
Tras la fantástica "Relatos Salvajes", los hermanos Almodóvar se vuelven a volcar en otra coproducción hispanoargentina, y viendo las características de aquel anterior trabajo, podemos comprender las razones por las que se han lanzado a producir una película como "El Clan".
Tras el aparente aspecto de historia de clanes mafiosos, el ingenioso guión de Pablo Trapero esconde una historia sobre una familia, aparentemente normal, que convive con un terrorífico secreto, en la que cada uno de los miembros directa o indirectamente son partícipes de un horror, que aunque parezca sorprendente, está basado en hecho reales.
En los años ochenta, una familia argentina consiguió conmocionar a la opinión pública, un material jugoso del que Trapero hace uso para llevarlo a su terreno y hablarnos de otras muchas cuestiones, tales como las relaciones de familia, la tradición, y la posibilidad de convivir a diaria con el mal en tu propia casa, haciendo que de esta manera uno pueda plantearse sus propias dudas. Porque si el personaje que vertebra esta historia, el patriarca encarnado por un terrorífico Guillermo Francella, no muestras un ápice de duda, el que representa todas las dudas y conflictos morales, es el que verdaderamente da la profundidad moral a "El Clan". Dicho personaje, el fiel hijo y mano derecha del jefe del famoso clan, representa todo lo que Trapero quiere contar en su película, los dilemas morales que tanto al espectador como en su momento al ciudadano argentino se le pudieron plantear: ¿cómo se puede convivir en paz y armonía en un hogar sin poder evadirse del horror que se esconde en su sótano?
La película de Pablo Trapero va recorriendo las diferentes etapas de la historia de esta aparentemente familia corriente, a través de escenas cotidianas que se intercalan con otras de secuestros, torturas, y negociaciones, ha construido un relato apasionante, en el que el espectador no podrá despegar los ojos de la pantalla ni un sólo segundo. Uno de los grandes aciertos de "El Clan" es la manera en que va saltando de géneros, hasta unirlos todos en uno, gracias a la capacidad cómica de Francella, consigue rebajar tensión a los momentos más duros, pero la película va avanzando minuto a minuto hacia el drama, Pablo Trapero es capaz de hacer el retrato de una familia que bebe directamente de las grandes tragedias de Shakespeare, en la duda y la traición van aportando una carga emocional muy importante, algo que diferencia a "El Clan" de otras muchas películas sobre familias mafiosas.
Gracias a un pulso narrativo, que sin lugar a dudas se apoya en un inteligente guión, Trapero estrena una de las mejores películas de este año, que sin duda no dejará indiferente a nadie, consiguiendo que se revuelvan las tripas al comprobar que el mal puede vivir más cerca de lo que creemos, que tu vecino que tan amablemente te saluda puede ser el diablo mismo.
+ Todas sus segundas lecturas.
- Verse como una película de mafias más.
PUNTUACIÓN TOTAL: * * * *
viernes, 13 de noviembre de 2015
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