Tras presentarse en el pasado Festival de Sitges en la Sección Oficial, se estrena en cines "Vulcania" el debut de José Skaf protagonizado por un gran elenco encabezado por Miquel Fernández, Aura Garrido, José Sacristán y Ginés García Millán.
José (Miquel Fernandez) vive atormentado en una comunidad que se dedica a fundir el metal, bajo los mandatos de su líder (José Sacristán). Su familia murió en un accidente, y en su búsqueda de la verdad encontrará el apoyo de Marta (Aura Garrido) que también perdió a su marido. Sus descubrimientos sacudirán los cimientos de todo lo que creían que existía.
Han pasado varios meses desde que viera por primera vez "Vulcania" en el festival de terror más famoso a nivel itnernacional, además de otros tantos cambios de fechas de estreno en busca de la recpercusión de posibles nominaciones. Aunque más allá de todos estos factores, creemos que responde a posible dificultad de dar salida a un producto que transita por una línea peligrosa entre el drama y el cine de ciencia ficción. Poca confianza en que el público pueda ser capaz de apreciar una película como esta. Sea lo que fuere, es digno de admirar la valentía de llevar a cabo un proyecto tan arriesgado como este, cine de ciencia-ficción con mensaje social.
El salto al cine de José Skaf resulta un interesante ejercicio de estilo, con un muy bien trabajado empaque visual, en el que se nos presenta una sociedad alienada y dominada por unos líderes patriarcales, que bajo la búsqueda del bien y protección de su pueblo no hacen más que esconder intenciones oscuras como el poder, la ambición y el dinero. De esta forma Skaf nos ofrece una fábula sobre la búsqueda de la verdad y el deseo de libertad, la lucha para romper las cadenas de la incredulidad y el mero asentimiento a todas las cuestiones supuestamente ya respondidas por nuestros antecesores.
¿Qué ocurriría si todo en lo que creemos y por lo que vivimos fuera una mentira? Esto es lo que se cuestiona "Vulcania" a través de un relato que transita entre sus referentes entre el cine de ciencia-ficción americano de los años setenta, el retrato social europeo y alguna que otra referencia tan llamativa como "El Bosque" de M. Night Shyamlan o incluso "El Show de Truman". Todos estos referentes construyen una historia donde mitología y simbología se dan de la mano para conducir una historia que a pesar de sus virtudes le cuesta definirse y no acaba de encontrar ni el género ni el camino hacia donde quiere llevar su historia. Quizás el problema radica en un guión que parte de una idea muy interesante, pero que no tiene claro qué es lo que nos lo quiere contar, para ello su director suple las carencias argumentales con una buena imaginación visual y un diseño de producción muy cuidado, en el que se entremezclan imágenes hermosamente fotografiadas por Emilio Guirao y con un hilo musical conductor de Arnau Bataller que construye momentos de auténticamente desangelados.
Muchos no verán suficiente todo el despliegue visual de José Skaf, y quizás acierten al ver un ritmo lento en el que en todo momento esperas a que se desate la furia, que ocurra ese giro trascendental que necesita la película. Seguramente sobre el papel fuera mucho más apasionante que lo que nos llega en el resultado final.
En toda esta historia de mentiras, líderes y pueblo obrero esclavizado se mueven una serie de personajes interpretados por unos actores solventes, aunque unos más que otros, en el que se lleva la palma un Ginés García Millán espléndido como personaje oscuro que mueve los hilos de toda una sociedad, verdadero artífice y manipulador de esta pseusosociedad secreta con algún eco, no tan feminista, a la mostrada en "The Wicker Man" de Robin Hardy. Aura Garrido como siempre espléndida, y un Miquel Fernández sufrido que está reclamando a gritos un gran papel protagonista con los mejores directores de este país.
+ El mensaje que trasciende en el fondo.
- Un guión errático, le falta rematar.
PUNTUACIÓN TOTAL: * * *
martes, 8 de marzo de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios :
Publicar un comentario