El pasado fin de semana se estrenó en nuestros cines "La Reconquista" de Jonas Trueba tras su paso por el Festival de San Sebastián, donde tanto su director como actores acudieron para presentar la última película del director.
Olmo (Francesco Carril) y Manuela (Itaso Arana) son dos jóvenes que vivieron juntos el primer amor hace quince años. Tras ese tiempo una noche se vuelven a ver, tras ese inocente reencuentro se despertará en ambos los recuerdos y las ilusiones de un amor que se prometieron pero que no perduró en el tiempo, o quizá sí.
Jonas Trueba ha conseguido con tan solo cuatro películas crear una marca autoral totalmente reconocible, una serie de características definen este peculiar universo en el que se mueven los personajes que nacen de la mente Trueba, jóvenes treinteañeros buscando su sitio en el mundo, la búsqueda del amor verdadero que nunca llega, el malsano conformismo o el alto nivel cultural de sus protagonistas.
Esta puede que sea la película menos marciana, menos literaria y, quizá, más accesible dentro de la carrera de su director. Sin embargo, en ella se concentran todas las obsesiones y particularidades del cine de Jonás Trueba, tras varios experimentos cinematográficos parece que por fin ha conseguido el tono, el ritmo y la precisión necesaria para satisfacer los exquisitos paladares de sus más acérrimos seguidores, de la crítica, siendo esta su película más cercana al público generalista. Puede que esta no sea su mejor película, "Los Ilusos" ocupa ese puesto privilegiado, aunque seguramente esta sea su película más redonda.
Por las venas de esta película, de título confuso, corre la mejor esencia del cine de Richard Linklater con la trilogía que comenzó con "Antes del Amanecer", pero también se intuye el aroma triste de Woody Allen y el mejor drama romántico francés. Todos estos referentes se mezclan en una película que resulta toda una delicia, un placer tanto auditivo como visual, su más que delicado guión supone un riesgo que el joven Jonás Trueba se arriesga a rodar en una película dividida en dos partes bien diferenciadas, necesarias, con un cambio de ritmo y estilo que podría hacer perder la atención del espectador, algo que no ocurre con ese final que apunta directo a los más profundo del corazón.
"La Reconquista" es una película que habla del desamor, o simplemente del amor, de cómo las primeras experiencias y sus ilusiones perdidas navegan dentro de uno mismo, independientemente del tiempo que pase y que las personas tomen distintos rumbos en sus vidas. A través de una mirada melancólica, Jonás Trueba construye un relato en el que dos personajes se encuentran en una noche tras muchos años separados, se sirve de los tramposos recuerdos que olvidan lo malo, y se quedan con lo bueno, de esta manera agita el confortable mundo de sus protagonistas para plantearles una serie de cuestiones que en el cine de Jonas Trueba parecen trascendentales, consiguiendo que el mundo se detenga durante unas horas, como si lo más importante que existiera fuera la historia de estos dos jóvenes que navegan a la deriva.
Historia de reencuentros que medita sobre el paso del tiempo y el amor, bañada con una excelente banda sonora salpicada con canciones de Rafael Berrio que adorna los excelentes diálogos que dirigen las sutiles interpretaciones de sus actores, el ya alter ego de Jonás Trueba, un siempre genial y reivindicable Francesco Carril que se acompaña de la auténtica revelación de este año, Itsaso Arana, todo un torrente interpretativo. "La Reconquista" es una de esas extrañas y pequeñas joyas que deberían ocupar un lugar privilegiado en la cinematografía de un país.
+ La precisión de su historia y sus imágenes.
- Darse cuenta que el resto de la historia la tendrá que construir el espectador en su cabeza.
PUNTUACIÓN: * * * *
martes, 4 de octubre de 2016
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